OXO Museo del Videojuego, ya tiene fecha de inauguración, el próximo 26 de enero, para abrir al público el día 27. El proyecto persigue posicionar a Málaga como el primer destino gamer de Europa y ser el segundo museo más visitado de la capital después del Museo Picasso.
Se está participando activamente, apoyando iniciativas como el Campus de Programación 42 Málaga y el Centro de Innovación Social y Tecnológica de Benarrabá y ya hay varias marcas importantes de videojuegos que se están interesando por el proyecto. Y es que este sector contribuye a la creación de empleo cualificado y está en pleno auge. De hecho, los datos publicados por la escuela tecnológica Tokio School indican que en el 2021 esta industria facturó en España 1.700 millones de euros.
Inversión e ilusión a partes iguales
Con una inversión de 2 millones de euros, este museo contará también con una terraza en la quinta planta, donde se habilitará un restaurante con unas vistas privilegiadas de la ciudad y pondrá el broche de oro a un proyecto cuidado hasta el más mínimo detalle.
En las cinco plantas con las que cuenta el edificio, antiguo Patronato de Turismo ubicado en la plaza del Siglo, se incluirá una tienda con merchandising y un auditorio para la agenda cultural. Además, este espacio será una sala inmersiva 360. Contarán también con una colección permanente, así como temporales, para las cuales se llevarán a acabo colaboraciones con marcas internacionales que ya han demostrado su interés para trabajar con el museo.
La visión del museo no solo se ancla al pasado sino que será un museo vivo, centrado del mismo modo en el presente y futuro de este mundo tecnológico. Es por ello que una de sus plantas estará dedicada a todo aquello que esté relacionado con las nuevas formas de jugar, como es el metaverso.
Entre los objetivos marcados a la hora de crear este museo han destacado la de difundir el videojuego como industria y destino laboral, promoviendo el trabajo de las actuaciones del sector en todo el mundo; preservar el legado y la historia tecnológica y cultural del medio; crear un museo vivo con un programa de actividades completo; ofrecer un espacio para la experimentación y la vanguardia en la creación del videojuego; así como fomentar el buen uso de los videojuegos, educar a los padres y madres en el uso de PEGI y en la buena utilización de videojuegos y redes sociales.
Con el museo OXO, que debe su nombre a un aparato computacional del año 1952, se pretende completar la oferta de cultura, ocio y turismo de la provincia; pieza importante que faltaba y encaja perfectamente con el despegue tecnológico de Málaga.
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