Tanto compradores como vendedores (normalmente herederos) se ven en esta tesitura y empiezan sus gestiones inmobiliarias dando palos de ciego, perdiendo tiempo y dinero.
Si que está claro que no hay una respuesta única ni una verdad absoluta , por lo que vamos a intentar darte algunas pautas que puedan ayudarte a tomar una decisión.
Quienes pueden tenerlo más fácil, son los propietarios o / y compradores de una propiedad de rango económico bajo, por ejemplo, inferior a 1.500€/m2. En estas cifras, es imposible absorber el costo de una reforma integral, con lo que la recomendación es clara. Los vendedores deben sacar al mercado su propiedad tal cual está, si acaso tras una mano de pintura y el arreglo de algún problema puntual. Los compradores, por idéntica razón, deben buscar una vivienda donde puedan entrar a vivir sin tener que reformarla.
En caso de que una vivienda de este tipo necesite obligatoriamente una reforma, debería considerarse si es preferible la demolición para empezar de cero.
Nuestras recomendaciones para el segmento medio, pongamos entre 1.500 y 4.000€/m2. En primer lugar, que ningún vendedor saque al mercado una vivienda con problemas pendientes de rehabilitación (humedades, grietas, importantes desniveles o desplomes…). este tipo de problemas reducen el abanico de compradores únicamente a inversores y profesionales del sector, que son además los que compran a precios más bajos. De igual forma, no recomendaríamos a ningún particular arriesgarse a comprar una propiedad en ese estado sin el suficiente asesoramiento.
Una vez centrados en viviendas de segunda mano pero sin problemas serios, podemos dividirlas a su vez en dos: aquellas cuyas posibilidades de reforma son evidentes y las que no.
– Reformar antes de vender no es imprescindible: esta opcion es interesante si la valoramos desde la intención de acabar cobrando algo más, siempre y cuando esa inversión no fuese demasiado gravosa para tu bolsillos.
– Vivienda con necesidad de reforma: desde LightHouse recomendamos reformar antes de vender o al menos, preparar planos de propuestas de reforma acordes a las necesidades de las familias actuales. Ni que decir tiene que en ambos casos las viviendas deben enseñarse vacías y limpias, o si acaso con prácticas de “home staging”, pero nunca repletas de muebles y enseres viejos que echan para atrás a los compradores.
Desde el punto de vista del comprador, la clave está en su capacidad financiera. Paradójicamente, aunque comprar una vivienda vieja y reformarla al gusto sale bastante más económico que comprarla ya en buen estado, esta forma de compra requiere de unos ahorros mayores.
La tasación de una vivienda vieja suele ser baja por los altos coeficientes de depreciación interior, con lo que a menudo hay que contar íntegramente con el dinero para la reforma o afrontarla mediante un costoso préstamo personal además de la hipoteca. Si tus ahorros están alrededor del famoso 30% del precio de las viviendas que estás mirando, inevitablemente tendrás que optar por una vivienda reformada o nueva. Si por contra, tu situación económica es desahogada, si que podriamos recomendar el famoso “cuanto peor, mejor”. Una vez seguros de que tanto la ubicación como el estado general del edificio son buenos, cuanto peor esté el piso, mejor precio podrás conseguir y más satisfactoria puede ser la compra.
¿Y las propiedades de alto standing? Los clientes de este tipo de viviendas tienen poco tiempo que perder y muy claro lo que desean. Buscan que su futura casa encaje al 100% con sus necesidades, sin tener que soportar ningún “pero”.
Ahora bien, si eres vendedor de una propiedad de este nivel y quieres venderla puede que lo conveniente no sea reformarla antes de lanzarla al mercado. Veamos porqué. Además de la fuerte inversión que supone, podría aparecer un interesado que decidiera tirarlo todo de nuevo y hacerlo a su gusto. Sin embargo, sí requeriría servicios de “home staging” y de propuestas de reforma e incluso realidad virtual sobre el futuro resultado. Es vital que en una visita de pocos minutos, cualquier interesado salga con una idea muy clara de cómo es la casa y sobre todo, de cómo puede quedar.
Ya hemos visto algunos tips que te pueden ayudar, pero no queremos cerrar este articulo sin antes indicarte que, en la medida de lo posible y si eres propietario, no reformes su vivienda con distribuciones extrañas, dado que nunca se sabe cuándo puedes necesitar venderla. Respecto a la decoración, si tus gustos son muy personales, te recomendamos que los desarrolles en los muebles, las cortinas, si acaso en los colores de las paredes…. es decir en elementos movibles que se puedan retirar o modificar facilmente y con poco coste. Sirva como anecdota que te hablemos de un chalets independiente cuya venta se demoro porque en la pisicna habian puesto ( y en tamaño consderable ) el escudo del equipo de futbol preferido del propietario. Elementos tan personales pueden dar al traste con más de una visita.
Si deseas asesoramiento completo, a la hora de vender o comprar, no dudes en contactar con el agente experto en tu zona.